miércoles, 20 de octubre de 2010

¡YA VIENE HALLOWEEN!



Eran los inicios de octubre cuando escribí este texto y en los medios de comunicación de todo tipo en el país ya se empieza a escuchar, ver, leer y consumir esa palabrita que me ha puesto siempre de cabeza. Me saca de toda lógica y me hace pensar en que hasta dónde llegaremos como nación con esta brutal transculturación que poco a poco nos llevará a una aculturación permitida.
Como país y como mexicanos somos incongruentes; acabamos de celebrar el bicentenario que los mismos medios se encargaron de hacernos sentir tan orgullosos que se nos olvidó por un rato todo lo malo que pasa en la república, pero sólo duró en lo que se dio el grito, sí, ese que lanzamos gallardos con el presidente, el mismo presidente al que al otro día le gritábamos que tiene mucha culpa de lo que pasa aquí. En el momento del festejo muy pocas cosas nos importan y es que esto del halloween viene a dar un fuerte golpe a nuestras tradiciones, lo peor es que nosotros lo permitimos. Escucho ya muchos comentarios de la fiesta de disfraces, en las escuelas de todos los niveles solicitan que los niños vayan disfrazados y este año como el 31 de octubre es domingo, será perfecto para la noche de Halloween en el antro.
¿Recuerdas las ofrendas a nuestros fieles difuntos? ¿Los caminitos que se les hacían con pétalos de “flor de muerto” o Cempasúchil? ¿La cervecita que le gustaba al difunto, el chocolate o frutas favoritas de aquellos que se nos adelantaron? Eso ya se quedo sólo para los pueblos en la región, en las ciudades ya casi no se acostumbra esa tradición ancestral. -El Halloween sí es divertido- dicen, pero yo creo que dista mucho de lo hermoso que puede llegar a ser lo nuestro; esas celebraciones importadas  son tan seculares que caen en lo oscuro, pero la presión mediática se encarga de iluminar y un gran porcentaje de mexicanos lo permiten y festejan.
Lo que ni los medios ni la gente que celebra estas fiestas extranjeras quieren percatarse, son las enormes diferencias que están tan marcadas como nuestra propia inteligencia y criticidad nos permitan ver:
1.- Nuestros muertos no son de terror, no espantan; nos visitan para hacernos saber que están en un lugar mejor, esperándonos y cuidándonos desde allá.
2.- El día de muertos no intenta mandar a nuestros hijos a pedirle a los vecinos “dulce o truco”; nuestra tradición es de compartir la ofrenda con los miembros de la familia al pasar estos días.
3.- Los ingleses y gringos jamás festejaran un día de muertos ni harán nada parecido a lo que en México se hacía antaño con tanta devoción, nosotros no tenemos por qué adoptar algo que nadie nos lo impuso así como la transculturación durante la colonización, ésta la estamos permitiendo y cada año con más creces.
Gracias por leer este texto, siempre sabiendo que todos tenemos derecho a disentir de que los demás opinen, los invito a hacerlo en sus comentarios, este pensamiento no pretende más que hacer algo a favor de lo que nunca debió alejarse tanto: nuestra tradición. 

David Noé Figueroa

1 comentario:

  1. La verdad todo es cierto, aún yo no entiendo muchas cosas del dia de muertos como lo celebran muchas personas en nuestro país; ahora mucho menos del halloween

    BRENDA

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